Lo que llegará en 2021.
Todos estaremos de acuerdo en que el 2020 ha agitado el entorno laboral como ningún otro año en las últimas décadas. Debido a la Covid-19, empresas y profesionales han tenido que adaptarse a nuevas formas de trabajo, no por un cambio en las políticas internas, sino porque no quedaba más remedio.
Esto ha hecho que se hayan tenido que acelerar determinadas prácticas de gestión, que no siempre se han asimilado de la mejor forma, ni por unos ni por otros.
Dentro de este proceso de transición forzada, políticas que se entendían como beneficiosas o de valor añadido, ahora se convierten en obligatorias para la captación y atracción de talento.
En la búsqueda por ejemplo de profesionales TIC, ya no se entiende el que el profesional no pueda teletrabajar, no ya en este momento, sino cuando llegue la tan ansiada normalidad. La pregunta ha cambiado de ¿Hay teletrabajo? a ¿Tendré que ir a la oficina? En caso de que la respuesta a esta última cuestión sea afirmativa, probablemente estaremos perdiendo el interés de este profesional hacia nuestra marca.
La revolución del teletrabajo y la adaptación de los profesionales a esta práctica, derivará en que desaparezcan las fronteras, ya no sólo entre comunidades, sino entre también países. Cada vez más nos encontramos con oportunidades profesionales sin una ubicación física concreta. Esto hace que países con gaps de profesionales en el sector TIC, vayan a otros países a buscar talento, independientemente de su localización.
A día de hoy en España teletrabajan más de 3 MM de personas, cifra que se ha multiplicado por 5 si analizamos esa misma métrica antes de la pandemia.
Esta forma tan drástica de cambio de paradigma profesional, ha hecho que muchos de nosotros, hayamos trabajado más horas y más desorganizadamente.
- El motivo: las metodologías de trabajo no estaban preparadas para funcionar en modalidad remota 100%.
- Resultado: desmotivación en nuestros empleados, sobrecarga de trabajo, dificultad para saber cuándo finalizar…
Las organizaciones, curiosamente en la era del aprendizaje, deben de ser capaces de desaprender determinados procesos ahora obsoletos, para aprender nuevas formas de trabajo que permitan a sus empleados, poder trabajar desde cualquier parte del mundo de una forma organizada. Con ello no queremos decir que el trabajo físico desaparezca.
De hecho, muchos profesionales extrañan el poder trabajar codo con codo con sus compañeros de oficina. La nueva normalidad profesional, vendrá con un amplio abanico de opciones con las que hemos de ser capaces de lidiar, tanto profesionales como empresas.
Llegará un momento en que sea muy habitual coexistir en la organización con profesionales trabajando in situ, con compañeros deslocalizados, ya no sólo en el mismo país, sino también en diferentes países e incluso continentes. Es aquí, donde los departamentos de gestión de personas, tendrán el desafío de desarrollar políticas que favorezcan la atracción y el engagement con su marca.