El mercado laboral se enfrenta a uno de los cambios más radicales de su historia. Modelos de trabajo que parecían normalizados, cambian de la noche a la mañana para quedar totalmente obsoletos. La “nueva normalidad” de la que tanto escuchamos, hará que nuestro comportamiento como sociedad cambie, y con ello, nuestros patrones de consumo. De esta forma, las organizaciones han de adaptarse con agilidad para no perecer en el intento. Nos hemos dado cuenta de que:·
- La digitalización impacta no sólo en la infraestructura tecnológica, sino también a la
metodología de trabajo. Han salido a la luz carencias que han puesto en jaque a organizaciones con excelentes productos o servicios, sólo porque no tenían sus procesos adaptados a una economía digital. - No estar presentes en el mundo online, te hace invisible. La presencia online para según que negocios, será absolutamente necesaria para garantizar su supervivencia.
- Tener mucha información en diferentes formatos, la ha hecho inaccesible para trabajos deslocalizados. El abuso de documentación escrita o el almacenamiento en servidores locales, ha dificultado su acceso.
Muchas empresas han sufrido más por este cambio, que porque su producto o servicio no pudiera haber tenido su mercado durante el estado de alarma. Añadido a esto, nos enfrentamos a un cambio social difícilmente predecible, pero que variará forzosamente los patrones de comportamiento de nuestros consumidores y clientes. Debemos estar preparados para vivir una nueva realidad que afectará indudablemente a cómo estábamos funcionando como organizaciones hasta ahora.
- El teletrabajo tendrá que ser algo habitual, no algo ocasional. Dejará de ser un beneficio social, para pasar a ser una necesidad para garantizar la seguridad de nuestros empleados.
- Las soluciones On premise tenderán a desaparecer, para ser remplazadas por soluciones Cloud. Tenemos que aportar soluciones IT que permitan a nuestros profesionales acceder desde cualquier lugar.
- La gestión deslocalizada implicará un estilo de management basado en la confianza y en la libertad de acción. Los objetivos tendrán que estar definidos de forma muy precisa, para evitar la desconfianza en los equipos de trabajo.
- Nuestras herramientas de deberán favorecer la accesibilidad y la trazabilidad. Esto permitirá que nuestros trabajadores, puedan acceder a la información actualizada en cualquier momento y desde cualquier lugar.
En definitiva, esta nueva normalidad cambiará nuestra forma de consumir y de trabajar. La transformación digital ha avanzado más rápido en los últimos 5 meses, que en los últimos 5 años. No queda otra, que adaptarse rápido a este nuevo escenario para garantizar nuestra supervivencia como organización.
